Textos tradicionalistas|
Manifiesto Isusquiza 2012
Isusquiza, 16 de septiembre de 2012
La identidad de Álava con España, la unión de los alaveses en estos principios, ha de mantener, ha de "hacer renacer" ¡Más que nunca, Álava leal a los Fueros y a la Tradición! Para los tradicionalistas - carlistas, de ayer, de hoy y de siempre, el concepto de la unidad y la integridad de la Patria estaba, está y estará (D.m.) claramente representada en nuestra amplia visión de "las Españas", del conjunto de reinos hispánicos que integran nuestra Patria, tanto más afianzada por el amor a las libertades regionales, a sus instituciones políticas y a sus fueros, que no son únicamente derechos, sino que conllevan también deberes. La "Ordenanza del Requeté" afirma categóricamente: "España es única e indivisible en su rica variedad autárquica regional". La lealtad a los principios de la Tradición que, es y ha de seguir siendo (D.m.) esencial para los carlistas. El Carlismo Tradicional, que era centenario ya en 1936, ha visto, v§ y Verá (D.m.) a muy variadas ideologías, doctrinas y grupos políticos que no pudieron, que no pueden y que no podrán pervivir porque ninguno ha sido leal a esos principios; principios que conllevan, para ejercerlos y mantenerlos, heroísmo, fidelidad y fortaleza. Principios y virtudes que brillaron aquí, en esta montaña alavesa en la que requetés y soldados defendieron hasta la muerte la unidad de la Patria común y, con ella, la de Álava foral y española. Hoy se vulneran aquéllos principios, esas virtudes y, asimismo, la ley natural y el derecho según la naturaleza. Puede decirse - y así lo dijo hace años el filósofo Robert Spaemann - que: "La duda en la capacidad de la razón para conocer la realidad se ha convertido en la visión del mundo dominante. E igualmente la duda en la capacidad de la razón práctica para reconocer normas morales. El escepticismo y relativismo cultural son los paradigmas dominantes. Y, sin embargo, es muy real gue la honra puede ser mancillada, la justicia vencida, todo puede ser desgarrado; pero la noción del bien flota sobre todo y no naufraga jamás. " Pues bien, algo análogo puede decirse hoy a cuantos recogimos y transmitimos a otros los principios fundamentales de Dios y Patria, de Fe y Lealtad y Fortaleza, que a tantos les parecen obsoletos. A nosotros nos toca continuar defendiéndolos y procurar que otros los defiendan. Solamente así España seguirá siendo; porque hoy, como ayer y como mañana, ser es defenderse". Así lo repetía constantemente Don Ramiro de Maeztu, alavés insigne que - como los héroes que aquí murieron - dio su vida en la defensa de nuestros principios, esenciales para ellos, para sus regiones y para España. Los recordamos con los versos finales de Diego Navarro: "Almas que tantas glorias han vivido en ansia pura de pasión triunfante, Vidas que con el Ángel han huido; Seréis ejemplo fervor constante. Lunas eternas sin temor a olvido, Ascuas seréis de gozo edificante." Sí, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo hemos de continuar en la defensa del ser de España; y, dentro de ésta, del ser de Álava, de su foralidad y su identidad? Primeramente, con unirnos en lo esencial. En esos principios que se asientan en la Fe católica, que ha dejado huella imborrable en la cultura e impulsó los mejores esfuerzo de la historia de España"; unirnos en la defensa de esos fueros, patrimonio de España, cuya base católica lleva a desarrollar esos otros principios de derecho a la vida, de libertad, de familia legítima, de derecho natural, de bien común, que son los valores esenciales para una reevangelización de Europa; de una Europa - y en ella nos encontramos...todavía - en que los políticos conscientes de su deber tienen que defender esos valores fundamentales en contra de la mayoría de los ciudadanos. Así también en España y en Álava. Contracorriente, muchos tenemos que participar en la noble tarea de luchar por esos principios en unión con todos los demás españoles. ¿Cuáles son? En una síntesis de Alvaro D'Ors son estos: 1. Álava es una región foral de España a la que se halla inseparablemente unida. La identidad de Álava con España, la unión de los alaveses en estos principios, ha de mantener, ha de "hacer renacer" HOY, nuestra esperanza. La lealtad a la Tradición - aquí referida a la de Álava - puede ser un punto de apoyo para crear un espacio, más moral que político, como reserva para un futuro de fecha imprevisible. Continuemos contracorriente ("sólo los vivos lo hacen, pues a los muertos la corriente se los lleva...) manteniendo en alto nuestra bandera, pues HOY, como ayer, tales principios salvaguardan el eco del grito profético de MAEZTU: "¡Nuestro pasado nos aguarda para crear el porvenir!" Pongámonos hoy a la tarea; HOY es siempre el comienzo; HOY es siempre el punto de partida ¡Más que nunca! ¡Álava leal a España, a los Fueros y a la Tradición! | Le puede interesar |