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Sospechas sobre la retirada de la estatua de el Teniente Coronel Teijeiro libertador de Oviedo
Agencia Faro, Oviedo 4 de enero de 2013


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El consistorio de Oviedo aseguró que la estatua sería retirada para "labores de limpieza" y que sería nuevamente colocada en su lugar

Monumento al Teniente Coronel Teijeiro

Esta mañana hemos constatado que el temor que muchos ovetenses nos han ido haciendo llegar es, al final, una vergonzosa realidad.

La estatua al Teniente Coronel Teijeiro no será repuesta.

El monumento

El 17 de octubre de 1952 fue inaugurada por el Ayuntamiento de Oviedo la plaza de la Liberación, donde se situó una estatua en homenaje al Teniente Coronel Jesús Teijeiro por haber roto el cerco al que se vio sometida Oviedo durante la guerra civil.

La estatua, obra de Francisco Asorey, consiste en la figura de un soldado ataviado con el uniforme de la época y que porta entre sus brazos una enorme espada cuya punta está apoyada sobre la base de la escultura. Tras la estatua se colocó un muro pétreo con la siguiente inscripción:

«Oviedo a Teijeiro - +Año MCMXXXVI - Día XVII-X - En este día de triunfo para las fuerzas de Galicia los heroicos defensores de Oviedo recibieron aquí, con un abrazo fraterno, la ventura de su liberación», completado en su cara opuesta con la efigie del militar grabada en bronce y cuya leyenda decía: «Teijeiro - 5-I-MDCCCXCII- † 27-XI-MCMXXXVI».

El monumento sufrió posteriormente diversos cambios y en la década de 1960, con la apertura al tránsito de la calle División Azul, entonces Ronda Norte, fue desplazado hacia las viviendas de la plaza. En 1995 la plaza fue reformada y se quitó el muro posterior del monumento, suprimiéndose así las leyendas y la efigie del militar, tal y como se conservaba hasta la última remodelación.
El consistorio de Oviedo aseguró que la estatua sería retirada para "labores de limpieza" y que sería nuevamente colocada en su lugar una vez finalizadas las obras de la glorieta de la Plaza de la Liberación.


Pues nuevamente los políticos han mentido y engañado: en el lugar donde ha estado erigida hasta ahora la estatua, ya se encuentran plantados unos setos y creado un pequeño jardincillo, corroborando nuestras sospechas de que no se trataba de otra cosa que de una ruin y despreciable maniobra de nuestros políticos de turno para desmantelar el patrimonio de la historia reciente de Oviedo.


La estatua formaba parte de un monumento ya desmantelado por el anterior alcalde del PP y actual delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo Ferrera. Ha corrido la misma suerte que casi todos los recordatorios del bárbaro asedio que sufrió Oviedo a manos de los rojos entre 1936 y 1937, sin duda el peor de la guerra, y de la heroica defensa de la ciudad, que fue completamente devastada, bombardeada día y noche por fuerzas muy superiores. El actual alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, designado sucesor por el propio Gabino de Lorenzo, es un perfecto ejemplo de la política juancarlista: un político profesional sin oficio ni beneficio, sin cultura, sin educación y sin un mínimo respeto por la memoria y la dignidad de sus vecinos.