Opinión|
La Corona y la Corinna| Santiago Rocaleal
Madrid, 29 de Mayo de 2013
![]() · Poco salsa vamos agregar a este potage o maridaje entre cuyos ingredientes están el actual Jefe del Estado y ese personaje de quita y pon del revisteo rosa, desconocido hasta el infausto proboscidio de Botswana. · Repetido y propagado es que el juancarlismo, se asimila a un republicanismo coronado, como en la época del estraperlo se destiló la tortilla española sin patatas y sin huevos. · Es tanto, el investido como republicano mayor con corona y el futuro presidenciable sin primarias quienes más están sufriendo, en buena medida, por los devaneos de una princesa de nueva hechura, ajena a las páginas del Gotha. · Hay que pensar que los ismos como las numeraciones del gordo navideños, tienen sus propias limitaciones; no es muy ocurrente pensar que al juancarlismo le sucederá el felipismo, aunque sólo sea porque nominalmente esta fórmula ya la conocimos y sufrimos quince años atrás, tras otros quince de inicio. · Las desafortunadas veleidades aireadas por los puntales mediáticos salpican a esta monarquía sui géneris no han podido ser orilladas ni con el silencio cómplice de sus benefactores que olvidan quien la impuso ni con el vocinglerismo que machaconamente recuerda que nos la dimos todos. · Los sinsabores de Zarzuela, parecen asimilados a una cuestión estadística; según el INE cada español puede consumir 4 pollos al mes: algunos lo harán una vez al año, otros cada día del mes. Hasta la fecha la presencia mediáticade los habitantes de la Zarzuela se recluía a las zonas rosáceas o lisonjeras, ahora lo hacen en las crónicas judiciales o de sucesos. Calculen ustedes la media aritmética ponderada o simple. |
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