Alfonso
Triviño de Villalain
Es un muy grave problema el que existe en España cuando la dirección de su política se encuentra en manos de una persona carente de la mas leve cultura y por añadidura ostenta quizás el record mundial de la mala fe en la aplicación de esos mandatos “constitucionales” que el llamado pueblo español ha puesto en sus manos. Nos referimos, como el lector se habrá dado cuenta del “okupa” del Palacio de la Moncloa. Aunque en muchas cosas no estemos de acuerdo los que ostentamos la legitimidad histórica del ser político, tradicional y espiritual de esta España que ahora se viene deshaciendo, hay que reconocer, que el recuerdo de aquella cruel guerra civil que vino asolando a nuestra patria, se había diluido y aunque los rescoldos de su hoguera aun calentaban el alma y en corazón de muchos españoles, y si bien no se habían olvidado aquellas desdichas si se habían prácticamente perdonado lo que consistían sus hechos en si. Todo esto vino motivado por aquellos pactos de la Moncloa en los que se abordaba unas nuevas situaciones políticas por causa del fallecimiento del anterior Jefe del Estado y su sucesión determinada por una Ley votada con absoluta mayoría de todos los españoles y que dio el acceso a esta Jefatura del Estado al actual a la persona que ahora encarna la misma y la ostenta Todo parecía mejor o peor resuelto, mas bien peor, y con diferentes dificultades, España fue rehaciéndose del terrible hueco producido por el indiscutible final de una era en la que el país había recuperado el pulso desde una España que era un solar hasta la España pujante económicamente y con unos valores espirituales que en verdad no se podían negar, por mas que se rebuscase entre aquellos escombros del año 1939 y la prosperidad de 1.975. Con lentitud pero con firmeza fuimos con mas o menos aceptación entrando en los nuevos tiempos políticos y sin claudicar cada uno de sus principios políticos, religiosos e incluso humanos. Todo fue sin duda y producto del esfuerzo común de todos los españoles, que sin distinción de clase alguna y hombro con hombro lograron aquella nueva España resurgida de las cenizas en que quedó reducida acabada aquella cruel contienda. No es que se hubiesen solucionado ni olvidado tiempos pasados , eso si, nos estábamos adaptando a una nueva situación. Que si no era en absoluto del agrado de una gran mayoría de españoles, si podría ser en un futuro un modo de convivencia aceptable y de concordia dentro del mundo interno de cada persona. Como mantenemos, mal o bien, rechinando la máquina humana que constituye España, se iban olvidando antiguas rencillas para entrar en ese mundo tan ajeno al ser español como es la actual Europa y en general este de Mundo, que como recordaba cierta película, esta loco, loco, loco. Y en este momento es cuando irrumpe en la escena o mas bien teatro de la política española, ese ser anodino, inculto, revanchista, taimado y desconocedor de lo que significa el honor político y las promesas, ya que no juramentos, llamado Rodríguez y que ostenta la segunda mas alta magistratura de la Nación. Y a parte de todos los errores de gobierno que ha llevado a cabo con su desacertada y desleal política, errática, inconstante, incierta, equívoca y falsa, que nos ha llevado a la ruina mas espantosa conocida en España desde la pérdida de las colonias, allá por 1898, se ha permitido el lujo de volver a abrir la caja de Pandora de la casi olvidada guerra civil española, para sin duda enfrentar de nuevo a unos españoles contra otros, con un espíritu artero, tramposo, ladino y de bellaca astucia destructiva inventándose dos nuevos conceptos de la política rastrera encaminada a conseguir el renacer en nuestra patria, aquellos fantasmas políticos y sociales que tanto influyeron en la destrucción de una sociedad pujante, avenida y pacífica que adoptaba una doctrina espiritual basada en le fe cristiana y católica que venían presidiendo el ser de las Españas desde que Recaredo puso orden en la espiritualidad de la naciente España. Estos conceptos filosófico-políticos no son otros que la mal llamad a “memoria histórica” y la también la demoledora “alianza de civilizaciones”. Nunca, de una diabólica mete pudieron salir conceptos mas destructivos para una España, que en realidad, si bien había olvidado parte de esa historia sangrienta, aun conservaba el recuerdo de la misma y con un ánimo general de pasar aquella página y enmarcarse dentro de esta nueva situación que podría con el tiempo recobrar el olvido y la convivencia, y dar por terminada una era histórica que de tan mala memoria guardaba para todos los españoles. Por ello, le recuerdo a este ente político que mal dirige los destinos de España, lo que significa la memoria histórica que en verdad se ha escrito sin tergiversaciones, sofisticaciones, desfiguraciones o mixtificaciones, en la reciente historia patria. Hay que recordar, siquiera sucintamente, la huelga revolucionaria de 1917 organizada por los socialistas y que puso en peligro a una sociedad que marchaba con dificultades, y muchas por cierto, hacia una reestructuración de la España salida de aquel aciago 1898. Hay también que recordar al ínclito Presidente Rodríguez, aquella revolución del año 1934, en que Cataluña declaró su independencia y que los cañones del General Batet, aquel día 6 de octubre, por mandato del Gobierno de la II República Española, sofocó a los rebeldes amparados en el edificio de la Generalidad y dio por terminado aquel aquelarre independentista. Hay también que recordarle lo que pasó en Asturias, mucho mas grave y que en la mente de todos están aquellos días de júbilo socialista, en los que se pretendió acabar con la España, eterna en si misma y si al menos subvertir a una sociedad que comenzaba a consolidarse dentro de un régimen que venía haciendo agua por todos sus poros. También hay que recordarle su conspiración contra la propia república para acabar con un sistema democrático y sustituirlo por una república marxista de la peor calaña. Hay que recordarle todo esto y que la memoria histórica no es la que el introduce sino la verdadera, la que ha sido objeto de su estudio objetivo y desinteresado. Y de ahí al 18 de julio de 1936, cuya historia es tan reciente que no merece la pena reseñar todos los desmanes que suscribió el partido socialista y que dieron como resultado mas de noventa mil asesinatos y mas de ciento cincuenta mil muertos en aquella guerra, según las estadísticas debidamente comprobadas, y producto de las acciones “políticas y patrióticas” de este partido socialista que ahora presume de democrático y guardador de las esencias del pueblo español. Por lo vista aun no se ha enterado este macabro Sr. Rodríguez que aquella guerra o cruzada, según se mire y según quien la invoque, terminó con el triunfo de las armas de los que este Sr. Rodríguez denomina como “los sublevados” y que estos triunfadores han estado gobernando durante mas de cuarenta años, y que se quiera o no, durante este periodo de tiempo tan largo, España se rehizo de sus heridas y que se consiguió un estatus social de elevado standing y que por añadidura se dejaron las cosas de tal forma y de tal reforma, que fue posible que ahora este Sr. Rodríguez ostente la jefatura de un desgobierno que es el comentario jocoso de toda Europa y de parte del mundo, de gran parte de é sin duda alguna. Si fuese este señor un estudioso de la historia, objetivo y honorado, no como lo es, sabría todo esto y sería mas cauto en la exposición de esta “su memoria histórica” tan alejada de la verdad y de la que solamente pretende volver a aquellos días de vino y rosas en que España se desangró por las indiscutibles heridas que entre otros le causó el llamado Partido Socialista Obrero Español, ahora ni obrero ni español y dudamos incluso que socialista. Por lo que respecta a esa diabólica entelequia denominada alianza de civilizaciones, encaminada solamente a una entente cordial político, cultural y social con los países islámicos, y algún otro de matiz marxistoide, solamente habrá que recordarle a este manejador político que estos civilizados, sus amigos suyos de religión islámica, tienen declarada la guerra santa a todos aquel que ostente, siquiera sea en su partida de nacimiento, la condición de cristianos, y que para ellos esta alianza solamente se puede producir, cuando hayan podido degollar al último de los cristianos. Ejemplos de esta situación conocidos son del mundo entero y que quizás el único que no se haya enterado de este “matiz” de conducta del Islam, sea este ínclito Presidente del desgobierno de España. Recordemos como colofón de esa alianza de civilizaciones tan deseada por el Sr. Rodríguez, los ocho siglos de reconquista de los españoles de su propia Patria de manos del Islam. Recordamos que nuestro virtual enemigo se encuentra al sur de España y que aspira muy amistosamente a ocupar cuando menos dos ciudades radicalmente españolas. Recordemos los miles de españoles que se encuentran enterrados en lo que ahora es el Sultanato de Marruecos, regido por un sátrapa que tiene en su salón del trono el mapa de su sultanato con territorios españoles desde antes de que existiese su Nación.y que no se refieren solamente a esas ciudades españolas ubicadas fuera de la península y de Lepanto. Son dos civilizaciones tan diferentes que no cabe alianza alguna entre ellas. De sus otros amigos, civilizados aliados, no hacemos mención por ser de todos sabida su ubicación ideológica y el amor que sienten por España- En fin y para terminar. Hay que pedir a Dios que cuanto antes sea posible desaparezca del mapa político de España este ser que tiene por norma de conducta la destrucción de las Españas y que si Dios no media a lo peor lo consigue. Confiemos en que tanto el Señor, Dios de los cristianos, como los propios cristianos reaccionen a tiempo para impedir estas maniobras y recobrar el sentido común y la cordura de españoles. Y si esto fallase, siempre tendremos a Santiago, nuestro Santo Patrón, al que aun le sigo llamando Santiago matamoros. Esperemos que si fuere menester, apareciese sobre su caballo blanco y blandiendo su espada guiada por la mano de Dios.. Amen. |