Opinión|
El carlismo esta aquí, desde hace dos siglos a la intemperie tratando de salvar España |Blasco JJ
¿Qué es la vida de una persona si no está al servicio de una gran empresa? ¿Qué es la vida de una persona si no es para realizar grandes sueños? ¿Qué es la vida de una persona si no es para ayudar a los demás? La juventud, en otra época no tan pasada, era símbolo y motor del cambio, la voz rebelde de la sociedad. Hoy en día, una generación perdida tras las barras del bar y la discoteca. ¿Qué fue de esa gente de Castilla pobre y miserable que daban sus vidas por defender la idea de un gran Imperio? ¿Qué mejor ejemplo de nuestros valerosos y heroicos Requetés caídos en defensa de la idea de Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo?
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| ![]() Nosotros creímos y lo seguimos haciendo en el 1986 (congreso de la unidad carlista), igual que en 1833 y 1931. Lo que nos unió a todos en estas tres fechas, no fueron ni un programa, ni un conjunto de ideas, sino una actitud y un espíritu. Sentimos como si una bocanada de aire puro y fresco nos diera en todo el cuerpo. Nos alzábamos de un mal sueño: la actual partitocracia. Todos éramos uno: una masa llena espíritu, alegría al servicio de Dios y la Patria. Nosotros salimos a la calle, recorriendo España de norte a sur y de este a oeste, con el cuerpo y el alma llena de cólera española contra los programas separatistas, abortistas, injustos y en definitiva antiespañoles. Nos ha tocado a los verdaderos jóvenes de hoy tanto de espíritu y de edad abrir los ojos a la vida con el siguiente panorama: el orden social quebrándose, el sistema capitalista agonizando y una Patria en ruina. Empezaron a despedazar España, dieron a Cataluña un estatuto para luego seguir con los demás que incitaban a la secesión. Luego se hicieron programas intentando ateizar la población española. En total se hizo todo lo contrario a preservar y agrandar aquella fe que a nosotros unió en estas tres grandes fechas. ¿Es ésta la política nacional que nosotros queremos? ¿Tiene España una existencia fuerte apoyada por un espíritu nacional? No. Las derechas no han extraído del triunfo sino consecuencias egoístas, conservadoras: han reformado leyes que eran malas pero no para sustituirlas por buenas sino para remplazarlas por un burlo simulacro que no dará jornal para el obrero ni pan para el hambriento, ni por supuesto solucionará los profundos problemas españoles. En una palabra, se quedan de brazos cruzados ante la existencia de un tono de vida triste, miserable y zafio. Esa derecha española liberal capitalista contra la que luchamos en 3 cruentas guerras civiles. Mala es la arrogancia de la izquierda pero tampoco el señoritismo satisfecho es lo que queremos. Nosotros los jóvenes que nos desplazamos por ímpetus espirituales, libres de los egoísmos y mentiras; nosotros queremos una España ordenada y creyente siempre al servicio de Dios porque ese es nuestro destino no hay otra. Frente al liberalismo (secesionismo): Hispanidad. El nacimiento de estos problemas se produce alrededor del siglo XVIII con Rousseau, Voltaire, Smith… pensaban que el liberalismo económico daría el empujón hacia el bienestar social. El liberalismo político (abolición de toda norma que no fuera aceptada por el consenso del pueblo) ayudó al liberalismo económico gracias a los políticos. No hay que negar el siglo XVIII y principios del XIX fue un periodo lleno de energía, de un gran aceleramiento económico, pero ese empujón duró poco. La combinación de estos dos factores supuso el derrumbe de la gloria de Dios y el Cristianismo. Al hombre se le arrancó su parte espiritual y vagó durante todo el tiempo hacia posiciones materialistas. En el panorama político la disposición de la libertad sin límites fue a parar a que los hombres no creyeran en nada, ya ni siquiera en Dios. En el panorama económico la progresión monetaria indefinida mostró los horrores del obrero que por un plato de lentejas trabajaba de sol a sol. Los nuevos dioses de carne y hueso no inspiraban ni fe ni trabajo justo. El éxito del liberalismo es la lucha de hoy en día. Frente al liberalismo político económico: Hispanidad. ¡Que difícil es volver a creer en Dios! Dicen los historiadores del siglo XIX que de tanto pasar por España tropas extranjeras (ingleses, franceses…) trajeron todos los nuevos aspectos políticos y económicos; es decir, trajeron todos los problemas de hoy en día. Aquí tenemos la faena de nuestra época, traer los hombres a Dios y estrecharlos a las profundidades de sus cosas: el trabajo y la familia. El otro día un profesor de Historia Medieval me quitó puntos por poner en un trabajo: “España evangelizadora de la mitad del orbe. España luz de Trento, martillo de herejes, espada de Roma y cuna de San Ignacio”. En pocas palabras me dijo que esto era falso y agua pasada. Pues bien, hoy el ideal hispánico está mas vivo que nunca. Mientras haya un solo español imperfecto que quiera mejorar el mundo con y a través de Dios, mientras lleven el nombre de España numerosos territorios en los confines del Planeta, mientras en nuestra historia haya páginas dedicadas al ascetismo de San Juan de la Cruz, mientras haya un solo hombre que luche por esto, o mejor mientras siga en pie El Escorial, el ideal hispánico seguirá en pie. El tradicionalismo español ha sido el único que ha luchado por todo durante dos siglos con grandes dosis de heroísmo al liberalismo político y económico. ¿Qué es la vida de una persona si no está al servicio de una gran empresa? ¿Qué es la vida de una persona si no es para realizar grandes sueños? ¿Qué es la vida de una persona si no es para ayudar a los demás? La juventud, en otra época no tan pasada, era símbolo y motor del cambio, la voz rebelde de la sociedad. Hoy en día, una generación perdida tras las barras del bar y la discoteca. ¿Qué fue de esa gente de Castilla pobre y miserable que daban sus vidas por defender la idea de un gran Imperio? ¿Qué mejor ejemplo de nuestros valerosos y heroicos Requetés caídos en defensa de la idea de Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo? Por eso el carlismo esta aquí, desde hace dos siglos a la intemperie tratando de salvar España las veces que ha hecho falta. ¿Vamos a ganar mañana? No. Para que ganemos nosotros y España, primero deben triunfar los moros, luego los cristianos venceremos. SI NO VENCÍ REYES MOROS, ENGENDRÉ QUIÉN LOS VENCIERA |