Libros‎ > ‎Reseñas‎ > ‎

Retorno a la lealtad. El desafía carlista al franquismo.

publicado a la‎(s)‎ 26 dic 2011, 0:55 por Tradición Viva   [ actualizado el 26 dic 2011, 0:59 ]


Autor
: Martorell, Manuel
Editorial: Actas, Madrid 2011
Páginas: 443 + 28 fotos
ISBN: 978-84-9739-111-5
PVP: 26, 00 €

La editorial Actas en su colección Luis Hernando de Larramendi nos presenta uno de esos libros excepcionales de lectura obligatoria.

Cuanto tanto se ha hablado de memoria histórica, y cuando algunos han hecho denodados esfuerzos por tratar de justificar una inexistente oposición al franquismo, “Retorno a la lealtad” se nos presente como un auténtico retorno a la verdad histórica.

El carlismo y el franquismo, que dos realidades tan deficientemente estudiadas y tan ideológicamente confundidas. Manuel Martorell consigue poner orden y concierto a esa relación obligada entre el tradicionalismo y el movimiento originado el 18 de julio del 36 que desafortunadamente acabó en una larga y ominosa dictadura bajo el sello personalísimo del general Francisco Franco.

El subtítulo lo dice todo: “el desafía carlista al franquismo”, efectivamente, el carlismo con el claro objetivo de salvar a España se alía con sus tradicionales enemigos, los militares de carrera responsables en gran parte del advenimiento de la república por abandono de su supuesto rey Alfonso (XIII) y el entreguismo a unas élites políticas de clara tendencia liberal y antirreligiosa, no obstante el apoyo del carlismo no era incondicional, y con ello no renunciaba a un pasado glorioso en defensa de Dios, Patria, Fueros (=libertad regional y libertad personal) y Rey (legítimo).

Martorell nos conduce desde el mismo 36 hasta la década de los 50 por un carlismo integrado por fabulosas mujeres y heroicos hombres que saben defender, primero en la guerra y después en la fantasmagórica paz, los mismos principios de libertad que supieron defender sus padres y abuelos en las cruzadas del siglo XIX. Resulta curioso como el lector puede descubrir que muchos de los requetés encabezados por su Rey supieron mantener el pulso a un franquismo falsificador de los ideales del 18 de julio.

Huelgas, manifestaciones, agitación política, publicaciones, algaradas,… ningún procedimiento fue ajeno a un carlismo que necesariamente tenía que enfrentarse a un régimen político que era sumamente contrario a la historia patria, y profundamente opuesto a los ideales tradicionalistas.

Martorell sabe describirnos con carácter épico esa resistencia liderada en muchos casos por jóvenes estudiantes que arriesgando su futuro, supieron defender el futuro de un pueblo español que quería ser libre; y como escenario una Navarra auténticamente romántica donde el pueblo supo defender sus instituciones de las presiones realizadas por la cúpula franquista.