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Luchábamos sin odio. La historia de un combatiente en la guerra de España.

publicado a la‎(s)‎ 5 nov 2011, 8:03 por Tradición Viva   [ actualizado el 5 nov 2011, 8:23 ]

Autor: Nagore Yárnoz, José Javier.
Editorial: Áltera, Madríd 2011
Páginas: 399 pp.
PVP: 23 €
ISBN: 978-84-96840-62-1
Pedidos: editorial@altera.net




En la presentación de un nuevo libro.

En El Corte Inglés de Pamplona se ha presentado, el 12 de mayo, el libro de José Javier Nagore, titulado “Luchábamos sin odio”. Aita Teodoro, compañero suyo en Radio Requeté de Campaña, le hubiera dado una gran alegría asistir a este acto, y seguro que ha estado presente desde el cielo. La presentación del libro estuvo organizada por la Fundación Socio-cultural Leyre. 

Presentación del libro en Madrid

El salón estaba al completo. La vista de Pamplona era magnífica desde el gran ventanal abierto hacia la ciudadela con su hermoso glacis, y hacia el Baluarte que deja al lado al primer Ensanche.

En la tribuna estaban el autor José Javier, el presentador Pascual, y nuestro querido Santiago, que fue quien realizó el acto de presentación. 


Santiago, como ilustre profesor emérito que es, ha presentado el libro desde un prisma poco usual, yendo sin embargo al fondo de la cuestión. ¿Cuál es la verdad interna de este libro?  ¿Qué puede decir oportunamente a nuestros conflictivos y desasosegados días? ¿Cuál es el hilo conductor de cualquier vida que sea digna de ser vivida?

Mis notas, elaboradas bajo mi exclusiva responsabilidad, recuerdan que dijo lo siguiente (me remito, pues, a las correcciones del ponente):

“Nuestra generación es a modo de la de Ítaca, la patria del Ulises de Homero. Es la generación del regreso a casa, a la patria. El regreso a los suyos y a lo suyo. Porque para Ulises la Patria tiene el fiel rostro de Penélope, de su hijo Telémaco, abarca sus viñas, continúa a su padre Laertes, y convoca a sus dioses. 

Así son las cosas. Sin embargo, a nuestra generación le han quitado la posibilidad de volver a su Patria. Nos da igual todo: familia, hijos… Incluso volvemos la cabeza hacia los pretendientes de Penélope, nuestros enemigos. 

Acto de presentación


Ulises jamán hubiera regresado a Ítaca sin la atracción natural de la Patria: le tentaron numerosas bellezas, le tentaron sirenas, e incluso le tentaron con la inmortalidad. Por ejemplo, en la isla de los litófagos, quien probaba la flor del loto se quedaba sin patria, pues olvidaba la razón que tenía para realizar el viaje de vuelta.

¿Qué es tener Patria? Es ser heredero. Tu patria es lo tuyo, lo que fue posible para ti, la sangre, sudor y lágrimas que costó el que tú tuvieras un espacio de libertad, de crecimiento. Tener patria es tener un sitio concreto, con referentes. No podremos nunca ser europeos si previamente no somos españoles. No podremos ser nunca españoles si no somos navarros. Tenemos un ombligo que nos hace estar vinculados a una realidad concreta. Yo se lo qué es el dolor. Hablo de grandeza y de pérdida, de  referente propio y propia raíz, donde las palabras adquieren connotaciones particulares que sin la herencia no se comprenden.


Todo está presente en el libro que hoy se presenta aquí. ¿Dónde? Leámoslo atentamente. No vean guerra. No lo lean con perspectiva guerrera. Ni siquiera el título: “Combatieron sin odio” es guerrero. Sí, amaban con locura tantas realidades que ellos se olvidaron de sí mismos. El libro no es un poema épico por realista que sea. Lo sorprendente de esta obra son las anotaciones del autor, esto es, de quien por vocación será después un ilustre notario. Javier Nagore fue notario de lo que vio y vivió. Así, ha escrito un libro que debe ser considerado como un hito miliario, como el que guiaba las 

Javier Nagore con Silvita Baleztena


rutas romanas. 

El libro canta el sentirse heredero. Canta el tener patria. Canta el ser responsable de tanto de lo que nos han dado… Canta el ser ciudadano de mi pueblo, Navarra, cultura con la que me identifico. Me identifico con Jorge Manrique, con Velázquez, con San Juan de la Cruz, con… y también con los mártires. Ningún joven de ayer hubiera dejado a su novia, su trabajo, sus afanes más nobles… si no fuese por unos objetivos pero que muy grandes. 
Una cuestión está muy clara: los que persiguen hoy la verdad y a los de ayer, viven por el lujo de la libertad de los que dieron su vida” (Aplausos). 

Por su parte, quien dirigió la presentación, Pascual Tamburri, y antes de ceder la palabra al autor del libro don Javier Nagore, afirmó que los agentes del pasado tenían todas las razones para defenderse, y para ganar la guerra. Pero lucharon sin odiar, y si no odiaron fue porque, en realidad, tenían razón. Telémaco, sus hijos, sus nietos, retoman la intuición que tuvieron sus abuelos. Y eso irrita a sus contrarios. Aunque no se les diga nada en los ámbitos propios de la educación, los hijos y nietos retomarán la intuición de sus padres, y los nietos se colocan donde estos lucharon y se  afanaron. De alguna manera, inexplicablemente gloriosa, Vds. son testigos, en sus vidas cotidianas, de cómo estas ideas, lejos de morir, están más vivas que nunca. A pesar de la represión que se está sufriendo, y a pesar que se enseñe lo contrario, las siguientes generaciones siguen tomando el testigo de estas ideas.



El autor


Llegó el esperado turno del autor, don José Javier Nagore (Pamplona 1919). ¿Cuál fue su testimonio, casi notarial, sobre lo que vivió en su día, esto es, con la gran intensidad de todo joven y en unas peculiarísimas circunstancias? Todavía quedan entre nosotros algunos compañeros suyos de Radio Requeté de Campaña, como nuestro querido José Ángel Zubiaur Alegre, testigos como él de los acontecimientos. 

Según Nagore, esta es la quinta edición del libro titulado En la 1ª de Navarra (1936-1939) (Memorias de un voluntario navarro del Tercio de Radio Requeté de Campaña), publicado allá en 1986 en la editorial Dyrsa. En su día, su éxito fue completo. Pues bien, esta nueva edición, con el actual prólogo del dr. Tamburri y que recoge un epílogo del ya fallecido don Federico Suárez, ha mejorado las anteriores ediciones con nuevos datos, apéndices y fotografías. A decir de Nagore, con las Armas defendimos el ser de España. No en vano, en el otro lado sólo se oyó el ¡viva Rusia!. En la 1ª División de Navarra no hubo ni odios ni venganzas, y si pudieron aflorar alguna vez, fueron impedidas y castigadas. Los hechos se imponen por si solos. Y como decía una vieja vizcaína, “ante un yo lo vi hay que creer o reventar”. La juventud Navarra de entonces fue muy sana, religiosamente sana y quizás por ello tuvo una gran capacidad de sacrificio. 


En las Ordenanzas del requeté, que junto con el Devocionario llevaban los voluntarios, Nagore recuerda que se decía: “tirad, pero tirad sin odio”. Y: “Tu, soldado de la Tradición, habrás de tener puesto en el Reino de Dios”. Con este Devocionario en el pecho murieron pero que muchos jóvenes. ¡En cuántas casas navarras y españolas se conserva todavía hoy, aquel “librico” del marido o padre, del abuelo, hijo o nieto, del novio, de “aquel que nos mataron en la guerra”!. Por eso es una indignidad que hoy los nombres y apellidos de los voluntarios, agrupados por pueblos, se hayan tapado del interior del  Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. (Añado: cuya cripta está abierta al culto mensual de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz de la que Nagore es miembro)

Recuerda Nagore que el libro de En la 1ª de Navarra sufrió varias críticas, aunque en ellas nunca se negaron los hechos allí expuestos. La 1ª de Navarra “luchó y venció por Dios y por España y por la Tradición, porque no hubo más remedio”. Así pues, este libro es un “testimonio irrepetible del sacrificio heroico de un pueblo”. En sus páginas se advierte cierta nostalgia, pero no es una nostalgia triste, sino el sano pensar sobre lo que se dejaba atrás: padres, mujer e hijos, pueblo, novia... Hasta el recuerdo del afán que se tenía porque dieran permisos… 

Hay que rezar por todos, y de modo particular por los que lucharon por Dios y por España, por aquellos dos amores y quereres. Hoy debemos alzarnos si no con las armas, sí de otra manera. Ya decía Shakespeare: “Yo permaneceré fiel a despecho de ti y de tu guadaña”. Con este colofón del gran dramaturgo inglés terminó la intervención de Nagore. El público aprobó sus palabras con grandes aplausos.

A continuación, y en una amena conversación llena de parabienes, se sirvió un aperitivo digno de una buena celebración. Muchos asistentes que lo desearon, compraron el nuevo libro. Y, el autor, haciendo gala de una gran amabilidad, plasmó su dedicatoria y firma en numerosos libros de quienes desearon retener en sus manos el cariño y la huella notarial del autor. 

Desde estas páginas animo a los lectores a comprar el nuevo libro. Su precio es módico: 23 euros. Sin duda hará mucho bien a los que vivimos y a las nuevas generaciones, hijos y nietos. 

Crónica de José Fermín Garralda Arizcun