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Demostración del incontestable derecho que el Señor Don Carlos de Borbón, tiene al Trono de España.

publicado a la‎(s)‎ 20 mar 2010, 8:02 por Tradición Viva   [ actualizado el 20 mar 2010, 8:04 ]

Editorial: Editorial Tradicionalista.
N° de páginas: 52
Tamaño: 150x210

PVP: 10,00 € (Impuestos y envío no incluido)

Más información: http://boletincarlista.bubok.com/

 

Hoy presentamos uno de esos libros que hacen historia: el primer alegato publicado a favor de los derechos dinástico de Don Carlos. Efectivamente, el libro se publicó el 7 de octubre de 1833, a los pocos días de morir el rey Fernando VII (29 de septiembre).

 

Pero, la “demostración del incontestable derecho que el Señor Don Carlos de Borbón, tiene al Trono de España”, es algo más que un simple alegato en defensa de don Carlos, es la confirmación de la clarividencia del bando carlistas sobre el futuro de España. Efectivamente, una atenta lectura del opúsculo permite comprobar cómo los defensores de don Carlos apoyaban su defensa en la idiosincrasia del pueblo español.

 

Así, el opúsculo advierte de forma clara que el triunfo del liberalismo defensor de la Infanta Isabel supondrá la pérdida de la religión. La quema de los conventos iniciada la guerra, la expropiación de los bienes de la Iglesia, la persecución a las órdenes religiosas, y la difusión de las ideas anticlericales, marcaron por desgracia la historia de España hasta la guerra civil del 36.

De igual forma, el autor advierte del interesado uso que los liberales harían de la infanta Isabel, uso que cesaría cuando la Infanta no fuera necesaria. Efectivamente, en 1868 una vez que el liberalismo había alcanzado sus objetivos, Isabel (II) se vio en la obligación de abandonar España ante la ausencia de apoyos políticos. Las principales engañadas del liberalismo fueron precisamente la esposa e hijas de Fernando VII, que sirvieron como instrumentos a una revolución atea y librepensante. La larga minoría de edad de Isabel, supuso la creación de una inestabilidad política nunca antes vivida en el reino de España, tal y como el autor del opúsculo predijo ya en octubre de 1833.

De igual forma, el autor pone de manifiesto la verdad que históricamente se ha querido ocultar: el carlismo no era principalmente un movimiento dinástico, sino un movimiento social, que en la religión encontraba su primera inspiración, y de aquí que el opúsculo pueda terminar con el grito que resume más de 100 años de la historia de España: “Viva la religión, viva nuestro legítimo soberano. Impere nuestra ley natural”.