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Añoranza de guerra. La novela de un viejo soldado de la División Azul
20 de Mayo de 2012
20 de Mayo de 2012

Editorial: La Esfera de los Libros
Páginas 398
ISBN 9788497349994
PVP: 24.00 €
Ebook: 9,49 €
La historia del ejército español representa la verdadera historia del pueblo español lejos de prejuicios y de lugares comunes.
No en vano la fides ibérica ya demostró a los romano de lo que eran capaces los habitantes de este territorio que hoy es España. Con el paso de los siglos Europa y el mundo experimentarían las virtudes de un ejército (los tercios) que reunía en sí lo más excelso de las virtudes patrias, a saber: la valentía, el esfuerzo, la capacidad de sufrimiento, el ingenio, la alegría de vivir, la capacidad de resolución, la confianza en los mandos, el respecto absoluta a los principios religiosos y morales de una sociedad más virtuosa que las sociedades circundantes.
De esta historia de gloria militar el último capítulo es el protagonizado por la División Azul, valioso testimonio de la presencia española en la II Guerra Mundial. Testimonio silenciado por mucho tiempo, primero por el propio Franco que no quería recordar la colaboración con el régimen nazi en contra de los intereses aliados, colaboración que hay que dejar claro no fue de forma institucional en apoyo del nacionalsocialismo, sino en contra del comunismo, y testimonio silenciado posteriormente por no querer reconocer las virtudes de un pueblo español que tras derrotar al comunismo en territorio patrio tenia ansias de derrotarlo en su propia casa y librar a Europa de su trágica experiencia.
En este contexto hoy presentamos una novela que aborda sin complejos y con cariño la presencia de los voluntarios españoles integrantes de la División Azul en el frente ruso.
Blanco Corredoira nos narra a través de la figura de José Maseda las vivencias de los voluntarios que en 1941 decidieron enrolarse en la División Azul para luchar contra el comunismo en su propia tierra.
Añoranza de guerra es una ficción bien real en la que el lector podrá ser testigo privilegiado de la ilusión de miles de jóvenes españoles que marcados por la guerra del 36 decidieron continuar con la contienda contra el comunismo.
Añoranza de guerra permitirá al lector presenciar de forma amena la dureza de la guerra en Rusia en donde el frío superlativo, la crueldad del enemigo, y el alejamiento de la patria convierten a los soldados en pequeños héroes capaces de superar todas las dificultades en defensa de un ideal.
Pere añoranza de guerra es también el recuerdo del largo cautiverio que tuvieron que sufrir los españoles en la URSS, un largo presidio que los voluntarios de la División Azul compartieron con aviadores y marineros republicanos masacrados también por Stlalin, y que compartieron igualmente con los famosos niños de la guerra secuestrados por las autoridades españolas durante la guerra civil y olvidados y vilipendiados en muchos casos por las autoridades soviéticas.
Lo más sorprendente de la novela de Blanco Corredoira es la capacidad de llevar a la ficción la esencia misma de los jóvenes voluntarios. La ilusión primera, el esfuerzo continuo llevado a cabo para mantener las posiciones militares a pesar de las circunstancias adversas, el largo cautiverio llevado con dignidad, y la dura repatriación a España olvidados por las autoridades.
Efectivamente Añoranza de guerra nos acerca de una forma veraz a la vivencias de miles de jóvenes españoles a los que nunca se les reconoció su mérito y su valentía, a los que la sociedad española despido en julio de 1941 con cariño y con frenesí, pero a los que no se les recibió con la debida pompa a su regreso tras dos años y medio de guerra en el mejor de los casos o más de doce años de cautiverio en el peor. Más de 47.000 hombres formaron parte de la División Azul, de los que 5.000 murieron en una lejana y fría URSS, pero todos ellos dejaron el testimonio de la disciplina y la hombría de un pueblo que siempre supo defender con firmeza los principios en los que creía.
El autor:
Blanco Corredoira nació en Madrid en 1968. Era aún muy pequeño cuando surgió su afición por la poesía y la historia, sus dos primeras debilidades escolares. En uno de aquellos veranos, obligado a permanecer en casa por un castigo paterno, recibió una Olivetti Lettera 25 y un curso de mecanografía con los que aprendió a escribir y a volar.
Sus primeras colaboraciones literarias fueron unos artículos taurinos entregados puntualmente a su maestro, el director del periódico escolar, anticipo de su inconclusa carrera de novillero.
Años más tarde estudió Derecho, trabajó de «chaquetilla» en selectos cócteles y sirvió de marinero en el Juan Sebastián de Elcano. En 1994 comenzó el ejercicio de la abogacía, que ha alternado con colaboraciones en la radio y con labores de profesor universitario.
Ha publicado los libros Todo un verano (2002) y Madrid no tiene arreglo (2007).