Necrológica|

Fallecimiento de D. Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz-Rubín
Agencia Faro, Madrid a 19/01/2013

Este sábado han recibido sepultura en el convento de las Madres Concepcionistas de Ponferrada (Reino de León) los restos mortales del Ilmo. Sr. D. Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz-Rubín, Marqués de Jaureguizar, que falleció en Madrid el pasado jueves 17 de enero, a los 84 años de edad.

De linaje navarro y asturiano, Javier Pérez de Rada era abogado, editor, historiador y genealogista, entre otras muchas cosas. De él decía el académico de la historia Gonzalo Anes (prólogo al libro Linajes y palacios ovetenses. Datos para su historia, Madrid 1992, libro que el Marqués de Jaureguizar amplió sobre folleto original de Miguel Lasso de la Vega y López de Tejada): "Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz-Rubín, Marqués de Jaureguizar, es autor de varios libros y trabajos de investigación sobre asuntos de genealogía y casas y palacios nobiliarios. Su espíritu es de artista. Destaca como pintor y dibujante. Es de muy buen carácter, ilustrado y bondadoso. Tiene la suerte de vivir en el seno de una familia feliz, formada en su matrimonio con María Covadonga Cavanilles y Navia Osorio y por sus hijas e hijo. Sin pretenderlo, y como manifestación espontánea de su carácter y forma de vida, el Marqués de Jaureguizar es persona excepcional, como representante de la mejor nobleza del siglo de las luces. Tiene todas las cualidades del ilustrado, 'enciclopédico sin ser enciclopedista', amigo del país, amante de las luces, interesado por cuanto en el mundo hay de bello, de agradable y de útil, deseoso siempre de contribuir a mejorar y a ilustrar. Sabe vivir con pausa, tomando el tiempo necesario para todo, sin precipitación y sin angustias. La vida en Madrid no le inquieta ni le aturde. La trepidación de la gran ciudad no le alcanza. Vive en el centro de la gran urbe, en la zona en la que estuvieron situados el palacio y los jardines del Buen Retiro. Su casa tiene magníficas vistas sobre el aún extraordinario parque: en ella está su morada y su estudio. Los sábados recibe a sus amigos, en entrañable e ilustrada tertulia, análoga a las que dieron origen a las Reales Academias y a las sociedades de amigos del país. Aunque su residencia es Madrid pasa largas temporadas en Ripa (Navarra)". También pasaba temporadas en su finca de Alicante.

Sigue Gonzalo Anes: "La Asturias familiar le ha interesado siempre. Dedicó varios trabajos al estudio de sus linajes. Destaca, entre todos ellos, la Relación de los poseedores del castro y palacio de Priaranza en el Bierzo, publicado en 1971". A estos libros hay que añadir, entre otros, El arzobispo don Rodrigo Jiménez de Rada (Madrid 2002), Nobiliario: algunos palacios de Cabo de Armería y otros varios linajes (Madrid 2001), Quejas a Eurídice: cancionero (Madrid 2000), Nobiliario de Navarra: el Palacio de Cabo de Armería de Ripa: sus poseedores y casas con ellos entroncados (Madrid 1999), La Casa de Cienfuegos, de la Villa de Grado, en el Principado de Asturias y sus sucesivos poseedores (1981), Heráldica e historia familiar (1978), así como numerosos artículos y colaboraciones en obras colectivas.

Impulsor de la Fundación Jaureguizar y del Museo de Tabar (Navarra), académico correspondiente de la Real de Historia, miembro de otras instituciones y caballero de honor y devoción de la S.O.M. de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, el Marqués de Jaureguizar era de antigua militancia carlista. Más recientemente lo vimos, junto con su hijo Íñigo, acompañando al Abanderado de la Tradición, S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón en Trieste en 2009, en los actos del centenario del Rey Carlos VII. En Madrid acudía con frecuencia a los diversos actos tradicionalistas, hasta que el deterioro de su salud se lo impidió. También hace poco había hecho un pequeño papel de veterano carlista en la serie documental «Mitos al descubierto»; bastantes años antes, don Javier Pérez de Rada había sumado a sus muchas actividades la de la producción cinematográfica.

Le sobrevive su viuda, la Ilma. Sra. Dña. Mª Covadonga Cavanilles-Navia Osorio, así como sus cinco hijas y su hijo, y nietos numerosos. Próximamente se celebrará un funeral público en Madrid.

Sus restos mortales fueron amortajados con el hábito de Caballero de la Soberana Orden Militar de Malta y trasladados hasta el Convento de las Madres Concepcionistas de Ponferrada, León, donde se les dió cristiana sepultura en el crucero de la Iglesia próximo al Altar.

La Misa corpore insepulto fue concelebrada por tres sacerdotes, uno de ellos el Rector de la Basílica de Nuestra Señora de La Encina y Prelado de Honor de Su Santidad, Monseñor Antolín de Cela.
El religioso destacó la figura del Marqués de Jaureguizar. «Era un carlista muy religioso y conservador», declaró a los periodistas del Diario de León.

Según sus investigaciones, la familia del Fundador, Don Álvaro Pérez Osorio -de los Marqueses de Astorga- tenía una casa en la calle del Rañadero de Ponferrada, próxima a lo que después, en 1524, sería la ubicación del Convento de clausura de las Madres Concepcionistas Franciscanas, en la calle del Reloj.

«El Marqués de Jaureguizar, como descendiente de los Osorios, ejercía el patronato sobre las monjas de clausura, entregándoles donativos y regalándoles incluso un retablo y alguna imagen», recalcó, ensalzando su papel en la mejora del mantenimiento del Convento.

En cuanto al traslado de los restos al Convento ponferradino, Antolín de Cela, explicó que han sido recibidos con sumo respeto por las hermanas de la comunidad franciscana: «para ellas son los descendientes de los fundadores de su convento», explicó, «es una familia amiga».

«Fue uno de los conventos más primitivos construídos en el siglo XVI», señaló Antolín de Cela, sobre el edificio situado en el casco antiguo de la capital berciana, donde habita desde entonces una congregación de la Inmaculada Concepción de Franciscanas, de la Orden fundada por la portuguesa Santa Beatriz de Silva.

La Misa funeral por el eterno descanso del Marqués de Jaureguizar se celebrará, Dios mediante, el viernes 1 de febrero de 2013 a las 18:30, en la Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, calle de Moreto nº 4.

Requiem aeternam dona ei, Domine; et lux perpetua luceat ei.